Mejores Trípodes

Factores a tener en cuenta antes de comprar un trípode

El trípode es una herramienta muy útil para aquellos que disfrutan de la fotografía: gracias a este accesorio se pueden limitar al mínimo las micro-vibraciones que se producen al disparar a mano alzada y obtener tomas precisas y perfectamente enfocadas.

Al tratarse de un producto ampliamente utilizado tanto por profesionales como por aficionados en el mercado, es posible encontrar multitud de modelos diferentes, algunos especialmente indicados para la fotografía, otros diseñados para videocámaras. En esta guía de compra veremos las características de los trípodes fotográficos: los utilizados en el cine son mucho más caros y responden a necesidades específicas.

1. Cuerpo del trípode

El primer factor a tener en cuenta a la hora de elegir un trípode está relacionado con la estructura, concretamente el cuerpo del dispositivo. Si usted está buscando un trípode, de hecho, notará inmediatamente que hay diferentes tipos de «piernas»: cada una corresponde a necesidades específicas. Antes de examinar detalladamente los trípodes más comunes, recordemos que también hay que tener en cuenta la forma de las patas: es posible encontrar trípodes con patas de tubo simple o doble. Ambos tipos de trípodes se pueden utilizar en el sector fotográfico, mientras que los trípodes de doble tubo se recomiendan principalmente para la captura de vídeo.
El cuerpo del trípode suele dividirse en secciones o piezas: dependiendo del número de piezas tendremos diferentes tipos de trípodes. Veamos cuáles son las conformaciones más comunes y lo que difieren.

Trípode de dos secciones

El primer tipo a tener en cuenta es el trípode de dos secciones, es decir, el trípode cuyas patas se dividen en sólo dos piezas. El trípode de dos secciones permite una estabilidad excelente, pero con una mayor huella: por lo general, estos trípodes, una vez cerrados, miden aproximadamente un metro de altura. Por lo tanto, son muy recomendados para aquellos que necesitan utilizarlos en un estudio fotográfico o en un entorno cerrado, mientras que no son adecuados para aquellos que quieren algo portátil.

Trípode de tres secciones

El trípode de tres secciones tiene patas que pueden ser cerradas en tres piezas diferentes. Este aspecto por un lado aumenta la versatilidad porque es posible ajustar el cuerpo del trípode a tres medidas, pero por otro lado implica menos estabilidad que el trípode de dos piezas. Sin embargo, se trata de accesorios muy prácticos que, una vez cerrados, no ocupan mucho espacio, lo que los hace aptos tanto para uso en el estudio como al aire libre.

Trípode de cuatro secciones

El tercer tipo de trípode más común es el trípode con patas dividido en cuatro secciones. Este tipo de trípode es sin duda el más versátil ya que una vez cerrado, generalmente tiene una altura de 50 cm: un valor muy bajo que lo hace especialmente adecuado para aquellos que buscan un modelo fácilmente transportable. Cabe señalar, sin embargo, que la estabilidad de estos modelos es muy inferior a la de los trípodes de dos piezas, lo que significa que la capacidad de carga es generalmente inferior.

2. Cabeza del trípode

El segundo componente fundamental del trípode es la cabeza: este término significa la parte superior del accesorio, en la que se debe colocar la cámara. La primera diferencia a hacer es entre los trípodes que le permiten desmontar la cabeza, y luego reemplazarla, y los que en su lugar tienen un solo cuerpo. El primer tipo es sin duda el mejor: la posibilidad de retirar la cabeza implica una mayor versatilidad. Por otra parte, sin embargo, los trípodes de cabeza fija son más baratos: con respecto a este aspecto es por lo tanto esencial tener en cuenta sus propias necesidades: dependiendo del tipo de cabeza será posible hacer algunos movimientos en lugar de otros. Los tipos más comunes de cabeza son tres: la cabeza esférica, la cabeza de tres movimientos y la cabeza de cremallera y piñón. Veamos específicamente cuáles son sus características y para qué usos son más adecuados.

Cabeza de bola

La cabeza esférica es quizás el tipo más común: se presenta como un soporte con una articulación esférica que conecta la cámara al trípode. La principal característica de este cabezal es que permite realizar múltiples movimientos: en efecto, es posible sostener que con este soporte la cámara puede girar 360°. La facilidad de movimiento, sin embargo, no es una ventaja para todo el mundo: de hecho, hay que tener en cuenta que cuantos más movimientos se permitan, mayor es el riesgo de que la cámara se mueva durante el rodaje, reduciendo así la estabilidad del disparo. Para los fotógrafos muy experimentados esto no es un problema, ya que generalmente son capaces de ajustar la posición de la cámara óptimamente: para los aficionados, por el contrario, podría ser un defecto. Por último, hay que tener en cuenta que el rodamiento de bolas es el más compacto y le permite fijar la cámara rápidamente: por lo tanto, es muy adecuado para aquellos que buscan un trípode para ser fácilmente transportado y utilizado en entornos exteriores.

Cabeza de tres movimientos

La cabeza de tres movimientos tiene un soporte doble con dos asas que permiten ajustar el ancho de los ángulos. El nombre de tres movimientos deriva del hecho de que este cabezal permite desplazar la cámara en tres direcciones: horizontalmente de derecha a izquierda (o viceversa), verticalmente de arriba hacia abajo (o viceversa) y lateralmente cambiando el ancho del ángulo. Este tipo de cabezal es muy similar al utilizado por los directores para las cámaras profesionales: la fuerza de este cabezal es de hecho para permitir un marco fijo muy estable, a pesar de la menor versatilidad. Sin embargo, la fijación del marco también podría ser un defecto para aquellos que buscan un trípode para capturar tantas dimensiones espaciales como sea posible.

Cabeza de rack

Esta cabeza, más cara y menos extendida, puede considerarse como una hibridación entre las dos tipologías anteriores. De hecho, aunque en este caso 3 movimientos están esencialmente permitidos, este soporte permite la microregulación, incluso micrométrica. El cabezal cremallera combina las dos ventajas principales de los otros dos cabezales: la estabilidad del bastidor y la posibilidad de ajustar el ancho y la inclinación en milímetros. Esto hace que esta cabeza sea muy adecuada para aquellos que buscan un trípode para ser utilizado tanto en el estudio como al aire libre. Sin embargo, dado el mecanismo operativo un poco más complejo, este tipo de cabeza se recomienda generalmente a los que tienen una experiencia particular en fotografía: para los que son nuevos en la fotografía, sin embargo, esta cabeza no sólo podría ser difícil de usar, sino también poco útil.

3. Capacidad de carga

El tercer factor a tener en cuenta al elegir un trípode es el peso que puede llevar. Esta característica debe ser cuidadosamente evaluada de acuerdo a su equipo fotográfico: si usted tiene una cámara compacta, ligera y pobremente equipada entonces usted no necesitará un trípode con una capacidad de carga muy grande, por el contrario si usted tiene una cámara importante, con lentes intercambiables y varios accesorios usted necesitará un trípode que pueda soportar un mayor peso. Para estar seguro de comprar el trípode adecuado, le recomendamos que realice una pequeña prueba: monte todos los accesorios a la cámara y pesarla, incluso en una báscula de cocina normal. Una vez que usted consigue el peso de su equipo, apenas elija un trípode que tenga una capacidad de carga que sea por lo menos dos veces el peso total.

4. Altura

Otra característica técnica a tener en cuenta a la hora de elegir un trípode es la altura máxima y mínima del accesorio. Este valor es muy importante y al mismo tiempo está estrechamente relacionado con sus necesidades y el tipo de uso que hará del trípode.

Los profesionales de la industria fotográfica argumentan que el trípode ideal debería alcanzar la altura de los ojos: de esta manera será posible tomar fotografías naturales y encuadrar el sujeto perfectamente. En muchos casos, sin embargo, necesitamos el trípode para producir tomas particulares, que son difíciles de conseguir a mano alzada, como las de arriba o a distancias muy cercanas.

También hay que recordar que hoy en día en el mercado es posible encontrar trípodes especiales, compuestos de una sola pieza, aptos para la sujeción de smartphones y cámaras compactas. Estos modelos se caracterizan por una altura muy baja y piernas articuladas (que se asemejan a un pulpo), y pueden ser utilizados como un soporte práctico en situaciones donde no es posible llevar con usted el trípode en sí mismo.

Los trípodes de 4 secciones son sin duda los más versátiles porque permiten tener 4 alturas diferentes: entre los modelos con menos secciones recomendamos elegir los trípodes en los que hay una varilla vertical que sostiene la cabeza. De hecho, este componente se puede desmontar y posicionar horizontalmente, de manera que las tomas se pueden tomar desde arriba con un mínimo esfuerzo.

5. Materiales

El último factor a tener en cuenta es el relativo a los materiales que componen el trípode: hemos optado por considerar este elemento como un factor fundamental porque el metal utilizado afecta tanto a la rigidez del producto como a su peso. Los materiales más comunes son el aluminio y la fibra de carbono: el primer metal se caracteriza por un mayor peso y mayor flexibilidad, mientras que el segundo es más ligero pero menos flexible. El precio también es diferente: los trípodes de aluminio son más baratos y comunes, mientras que los trípodes de fibra de carbono son más caros y se utilizan principalmente en el campo profesional. Por lo tanto, la elección del material depende casi por completo de sus necesidades: si usted quiere comprar un modelo para llevar durante los viajes o excursiones es mejor que prefiera la ligereza, si desea un trípode de estudio puede elegir un modelo en aluminio.

Otros factores a tener en cuenta al elegir un trípode

¿El precio es importante?

Los precios de los trípodes varían considerablemente: dada la multiplicidad de modelos en el mercado y considerando que la fotografía es ahora un pasatiempo muy extendido, se pueden encontrar productos pertenecientes a todas las gamas de precios. El tipo más económico es el trípode smartphone compuesto de un solo cuerpo con patas articuladas. Estos productos son adecuados para aquellos que no tienen necesidades especiales pero no pueden ser utilizados en entornos profesionales o semi-profesionales porque su capacidad de carga es realmente reducida. Si no eres un fotógrafo profesional pero quieres comprar un producto de calidad, te recomendamos que elijas trípodes con una gran versatilidad para que puedas aprovecharlos al máximo en diferentes situaciones. El precio de estos modelos oscila entre 50 y 150 euros: una gama media por lo tanto, adecuada para los que quieren algo resistente y fiable. Si busca un trípode profesional, tiene que gastar mucho más dinero: empiece con 150 euros y llegue a unos pocos miles de euros. Nuestro consejo es, por lo tanto, elegir no en función del precio, sino de sus necesidades: sólo así tendrá la certeza de haber comprado un producto adecuado para usted.

¿Es importante la marca?

En cuanto a otros tipos de productos, incluso con respecto a los trípodes se pueden encontrar múltiples marcas diferentes: el fabricante más famoso es sin duda Manfrotto, una excelencia italiana que desde los años setenta es un líder en el campo de los equipos fotográficos. En general, casi todos los fabricantes de cámaras también producen trípodes: esto es una garantía, especialmente para aquellos que ya conocen estas marcas. Puesto que el trípode es un medio que debe ser capaz de sostener equipo fotográfico costoso, es esencial comprar un producto de calidad. Por lo tanto, desaconsejamos confiar en marcas desconocidas o extranjeras: estas marcas pueden utilizar materiales de baja resistencia o proporcionar información incompleta o falsificada.

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